Puentes que conectan con el paraíso en República Checa

La simbología que guardan los puentes es casi tan amplia y singular como estas construcciones en sí mismas. Representa en términos generales ese deseo de conexión, de romper aislamientos, de acercar tierras y culturas. Nos gustaría pensar que por eso mismo el ser humano ha cuidado tanto su estética, no conformándose con lo meramente práctico. Entre los cientos de puentes de la República Checa, visitaremos 12 que destacan por diversas razones.

Por: Pepa García

Publicado: Mayo 14, 2020

Los amantes de la historia encontrarán en los puentes las huellas de distintos pueblos y culturas, los enamorados de la arquitectura gozarán poniéndolos mentalmente en perspectiva y analizando sus materiales, los más curiosos no dejarán ninguno sin cruzar, y los aficionados a la fotografía tendrán que volver varias veces al día para captar su esencia al completo.

Si te consideras un viajero abierto de mente y deseoso de conocer nuevos paisajes o incapaz de resistirse a coleccionar lugares hermosos, la siguiente selección de puentes de Chequia es para ti. Disfruta cruzándolos a pie o anímate a realizar algún trayecto en tren para vivirlos sobre dos raíles.

12 puentes que no te puedes perder en Chequia

El puente de las hadas

Esta plataforma de madera que enamora a primera vista se encuentra situada en Nové Mĕsto nad Metují, una bonita ciudad de Bohemia del Este. El artífice de tal fantasía fue el arquitecto eslovaco Dušan Jurkovič, que ideó en 1911 esta artística solución en los jardines del castillo de la población para facilitar el acceso entre una terraza y el parque floral.

Kryštofově Údolí, un viaducto ondulado

El viaducto de Kryštofově Údolí, en Bohemia del Norte, se encuentra registrado en la Lista de Monumentos Culturales Checos y es un ejemplo perfecto de integración en el paisaje. Sus pilares de piedra adaptados a la orografía del terreno crean una estética que no desentona con el entorno a pesar de medir 242 metros de largo y alcanzar 27 metros en su punto más alto. Sobre el viaducto discurre desde el año 1900 parte de la línea ferroviaria Liberec-Česká Lípa. Para admirar su mejor perspectiva hay que dirigirse a Novina, cerca de la localidad de Kryštofově Údolí.

Puente de Carlos, el más querido de Praga

La silueta de sus 30 estatuas barrocas y el brillo de su suelo adoquinado al atardecer lo vuelven irresistible. El Puente de Carlos, situado en el casco antiguo de Praga, es uno de los más bellos de Europa. Además, con el simple gesto de acariciar la cruz con cinco estrellas situada junto a la escultura de San Juan Nepomuceno, podrás pedir un deseo. 

Puente de Trója

El Puente de Trója, uno de los accesos principales a la capital checa, se puede atravesar a pie y en tranvía. Incluso es posible verlo desde el agua porque sus 30 metros de altura permiten la navegación de los barcos sobre el río Moldava. Por las noches luce espectacular con su estructura reflejada en el agua.

Velkopřevorský most, el puente del amor

Este puente, al que mucho denominan “de los enamorados” por los candados que cuelgan  las parejas sobre él, es uno de los imprescindibles de Praga. Sin embargo, te proponemos sustituir ese candado por un paseo por el romántico entorno de Kampa, que está junto al mismo. Una práctica mucho más saludable y que no daña la estructura del puente.

Puente Náměšť nad Oslavou

Por su aspecto monumental y sus esculturas hay quien compara a Náměšť nad Oslavou con el Puente Carlos de Praga. Este pequeño Carlos cruza el río Oslava, y antaño formaba parte de un camino comercial. Hoy día se encuentra protegido al constituir un monumento único en el país. 

Písek y su puente dorado

Que el puente más antiguo de Chequia se encuentra en Písek es una certeza. Lo que genera un poco más de incredulidad es que ese color dorado que lo envuelve al atardecer pueda ser oro.  En esta población, donde se desató la fiebre aurífera hace muchos años, puede que aún sueñen con este preciado mineral. De momento, el mejor regalo para el viajero es admirarlo con Písek de fondo.

Puente de Kostelany nad Moravou

Con una robusta estructura de acero, que recuerda a los antiguos puentes de cadena, es un buen ejemplo de las construcciones de principios del siglo XX. Une las dos orillas del río Morava (en Moravia Este) y ha sido reconocido como Monumento Cultural checo. Rodeado de bosques, es un aliado imprescindible en numerosas sendas senderistas y cicloturistas, además de un lugar de paso en la ruta del vino de Moravia.

El último puente de cadenas de Chequia

Este puente, que se encuentra sobre el río Lužnice, fue construido a mediados del siglo XIX en Podolsko por Josef Lanna y fue trasladado a este lugar en 1975 para evitar quedar sumergido bajo el agua de una presa. Ahora se encuentra cerca del pueblo de Stádlec, en el sur de Bohemia, y es el último puente de cadenas estilo Imperio de la República Checa, y el único de este tipo en Europa. En sus 157 metros de largo y 6 de ancho es habitual observar a fotógrafos tratando de capturar sus muchas perspectivas, y a deportistas que aprovechan su cubierta de madera para atravesar el río. En otoño, con sus dos torres de piedra y los árboles teñidos de color fuego, regala una imagen impresionante.

El puente de acero con el arco más grande del país

Levantado entre 1958 y 1967, el puente de Žďákov ocupó durante algún tiempo el primer puesto en los rankings de los puentes de acero de un solo arco más grandes del mundo. Hoy día es el mayor de este tipo en Chequia. Con sus 4.000 toneladas y 543 metros de largo continúa impresionando a cuantos admiran las mega construcciones. Fue creado para salvar el río Moldava y se eleva 50 metros sobre la superficie del agua de la represa de Orlík.

Para admirarlo hay que circular entre las ciudades de Tábor y Pilsen. Es posible pasear por su superficie porque cuenta con aceras y barandillas, y también se puede observar desde la base, ya que en la orilla izquierda hay aparcamientos y algunos quioscos para tomar un aperitivo.

Puente Mariánský, el más moderno

Este puente, levantado entre 1994 y 1998 siguiendo el proyecto de Roman Koucký, es el más reciente de cuantos componen esta lista de construcciones checas. Se encuentra en la ciudad de Ústí nad Labem (al norte de Chequia) y es accesible tanto para tráfico rodado como para peatones. Obtuvo en 1999 el ‘Steel Design Award’, un codiciado galardón que se concede a los diseños arquitectónicos más innovadores. Su mayor particularidad radica en que está colgado sobre el río Elba y que de sus brazos parte un pilar de 60 metros de altura con 16 cables tensores que logran sujetarlo.

Dos puentes en uno en Vojslavice

Es habitual encontrar edificios a los que se le suman plantas con el tiempo, pero no es tan frecuente en el caso de los puentes. Este puente de Vojslavice, situado entre Praga y Brno (km 74,5), salva el cauce del río Želivka y enlaza los pueblos de Píšť y Vojslavice. Su edificación no estuvo exenta de dificultades, con una guerra mundial y un gobierno comunista entre medias, pero terminó de construirse en 1976. Al estar situada la autopista D1 en el piso superior muchos conductores desconocen que existe otro puente en un plano más bajo. La explicación es que no se quiso demoler el antiguo puente situado en ese mismo lugar y se añadieron pilares para sumar un segundo piso.

Si te has quedado con ganas de más... continúa tu viaje visitando los castillos más misteriosos del país.

 

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