La Villa Tugendhat de Mies van der Rohe y otras joyas de Brno

La Villa Tugendhat es uno de esos hitos que siempre aparecen en los tratados de arquitectura como un gran ejemplo de funcionalismo. También suele estar presente en la selección de las mejores obras del archiconocido arquitecto y diseñador industrial Ludwig Mies van der Rohe. Sin embargo, pocas veces se narra la apasionante historia de los propietarios de dicha vivienda. De ellos, de la Villa Tugendhat y de otras visitas de interés en Brno os hablamos en este artículo.

 

Por: Pepa García

Publicado: Marzo 13, 2021

Cualquier momento es bueno para realizar un viaje a la ciudad checa de Brno con la excusa de conocer la Villa Tugendhat, pero este año sería particularmente interesante ya que se cumplen 20 años de la declaración de Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.

Esta singular casa se ha dado a conocer por el apellido de sus propietarios, la familia Tugendhat. Fritz Tugendhat y su esposa Grete, oriundos de Brno, procedían de un linaje de industriales y comerciantes judíos alemanes. Se podría decir que la historia de esta villa comenzó a escribirse durante el primer matrimonio de Grete Löw-Beer con el industrial Hans Weiss, ya que fue fundamental su residencia en Alemania para que aflorase su interés por el arte y la arquitectura contemporáneos. Durante esa etapa, ella visitaba asiduamente una casa que Mies van der Rohe había proyectado para un comerciante de arte, y donde vivía en aquel momento el historiador de arte Eduard Fuchs. Tras su divorcio, Grete volvió a Brno y contrajo matrimonio con Fritz Tugendhat, a quien conocía desde la infancia. Ambos tuvieron claro que deseaban que su vivienda familiar fuese diseñada por su idolatrado Ludwig van der Rohe, pero había que convencerlo…

Invitaron al arquitecto a visitar Brno en 1928, y éste quedó impresionado por la parcela, situada en el barrio residencial de Černé Pole. Le encantó su ubicación sobre una pequeña loma y con unas bellas vistas al centro histórico de la ciudad. El terreno había sido un regalo de los padres de Grete, quienes también financiaron posteriormente la construcción de la vivienda. La Villa Tugendhat se edificó en solo 14 meses, y a finales de 1930 ya estaba la pareja viviendo en ella. Comenzaba una etapa feliz en la que el matrimonio y sus tres hijos disfrutarían de todo su confort. La tranquilidad no duró mucho, ya que en mayo de 1938, ante la amenaza de guerra (la que sería la 2ª Guerra Mundial) decidieron huir a Suiza, y tres años después, llegaron a Venezuela, donde tuvieron dos hijos más.

Sala de estar De la Villa Tugendhat.

El toque de Mies van der Rohe en el interior de la Villa Tugendhat

Como ya hemos comentado, los Tugendhat confiaron el proyecto de su nuevo hogar a Ludwig Mies van der Rohe y el interiorismo a Lilly Reich. La elección no pudo ser más acertada, ya que el arquitecto y diseñador alemán fue uno de los pioneros de la arquitectura moderna, además del último director de la escuela Bauhaus. La Villa Tugendhat fue una de sus grandes obras maestras, quizás la mayor en Europa, y el único monumento de arquitectura moderna de la República Checa inscrito en la Lista de la Unesco.

Grete “anhelaba una casa espaciosa y moderna, con formas claras y simples. A mi marido le horrorizaba la idea de tener habitaciones llenas de objetos y telas como había conocido desde la infancia”. Y la tuvo. Mies van der Rohe concibió un proyecto de arquitectura funcionalista donde primaba la optimización del espacio y el aprovechamiento de la luz solar. La villa se convirtió en una obra de arte que dialogaba con la naturaleza circundante, y en su planta baja las estancias fluían de unas a otras fundiéndose con el jardín a través de inmensos ventanales retráctiles de cristal. Pero este no fue el único avance empleado, la estructura se construyó en acero –algo poco habitual en casas particulares–, se instaló calefacción y refrigeración de aire, e, incluso una fotocélula en la entrada.

 

Salón De la Villa Tugendhat de Brno.

Los materiales empleados en la Villa Tugendhat eran de altísima calidad, se usaron ónix de Marruecos, travertino de Italia y varios tipos de maderas exóticas como el Ébano de Macassar, el zebrano y el palisandro, entre otros. Sólo un dato curioso, el coste de la monumental pared de ónix, que debía reflejar la luz cálida del atardecer, era el mismo que el de una vivienda social de la época. El arquitecto contempló cada detalle, la biblioteca de madera de ébano del suelo al techo, los tiradores de las puertas, el mobiliario, etc. Recopiló muchos de los detalles, por ejemplo, de Walter Gropius, Poul Henningsen y de las empresas checas como RAKO, SBS. Lilly Reich, la diseñadora moderna alemana, muy unida a Mies van der Rohe durante más de diez años, también colaboró en el proyecto y se le atribuyen varios elementos del mobiliario de la villa.

Fritz Tugendhat quedó gratamente impresionado con el resultado, era mucho más de lo que había soñado: “Cuando reflexiono sobre el conjunto de estas habitaciones y todo lo que contienen, siento intensamente que eso es la Belleza, que eso es la Verdad. Cada persona que ve estas habitaciones, antes o después, llegará a la conclusión de que aquí es donde reside el verdadero arte”.

 

Vista desde el jardín De la Villa Tugendhat.

¿Qué ocurrió con la Villa Tugendhat tras la huida de sus propietarios?

Tras la marcha de la familia Tugendhat, la villa fue confiscada primero por la Gestapo y después por el ejército ruso. Un informe de 1945, tras la guerra, indica que el interior estaba casi destruido, los muebles fueron usados como leña, las ventanas estaban rotas, e incluso algunas estancias se habían usado como cuadras.

Tras algunos pequeños arreglos se instaló allí una escuela privada de danza y después un gimnasio estatal, pero las iniciativas para salvar la villa no cesaron y en torno a los años 60 se declaró Patrimonio Nacional. La profunda renovación realizada entre 1981 y 1985, por el estudio de Kamil Fuchs, le devolvió parte de su esplendor, y entre 2010 y 2012, se terminó de pulir con réplicas del mobiliario. Afortunadamente, una gran parte del mobiliario se consiguió salvar ya que la familia Tugenhat se la llevó consigo al exilio. Algunas de las piezas se encuentran en la villa y forman parte de la exposición actual.


Un dato anecdótico del lugar es que allí se reunieron en 1992 los primeros ministros checo y eslovaco para acodar la división de Checoslovaquia, y firmaron el documento sobre la mesa que Mies van der Rohe ancló al suelo para que nadie osase moverla a otro lugar de la sala. En 1993, la villa se convirtió en uno de los espacios más privilegiados de Brno para organizar eventos culturales. Y, por fin, el 16 de diciembre de 2001 fue inscrita en la Lista de la Unesco.

Para cerrar el relato, hay que señalar la emotiva presencia, con motivo de la apertura de la vivienda al público en 2012, de Daniela Hammer-Tugendhat y Ruth Guggenheim-Tugendhat, las hijas (nacidas ya en el exilio) de sus legítimos propietarios. Entre sus deseos señalaron “¿Cómo devolverle la vida a la casa? Aquí ya no vivirá ninguna familia, pero me gustaría que por ejemplo se realizaran reuniones de arquitectos, para que de nuevo hubiera vida”. Y ese anhelo se ha cumplido, ya que ahora se organizan exposiciones, visitas y actividades culturales que en 2021, poco a poco, volverán a la normalidad.

Villa Jurkovic en Brno

Más villas en Brno

Si te gusta la arquitectura es recomendable continuar visitando otras tres magníficas villas: Stiassni, Löw-Beer y Jurkovič.

• Villa Stiassni. Una propuesta funcionalista del arquitecto Ernst Wiesner, cuyo jardín lleva la firma de Otto Eisler.

• Villa Löw-Beer. Fue una de las primeras que se edificó en el barrio de Černá Pole, donde está Tugendhat. Aunque la mandó construir Moritz Fuhrmann y fue levantada en estilo art nouveau por el arquitecto vienés Alexander Neumann, terminó siendo propiedad del padre de Grete Tugendhat (cuyo apellido de soltera era Löw-Beer).

• Villa Jurkovič. Se asemeja a una cabaña alpina, y la construyó, para sí mismo, el arquitecto Dušan Jurkovič. Es del mismo estilo que la anterior y está situada junto a un bosque y un río.

 

Catedral De San Pedro y San Pablo de Brno

Otras visitas imprescindibles de Brno

Aprovecha la visita a la Villa Tugendhat para conocer otros lugares imprescindibles de Brno, su animado ambiente y excelente gastronomía.

• Catedral de San Pedro y San Pablo (Petrov). De estilo neogótico, y erguida sobre una colina en el centro de Brno es una visita que nunca defrauda tanto por el templo como por su cámara del tesoro o las vistas de la ciudad.

• Osario de la iglesia de San Jacobo. Es el segundo más grande de Europa y acoge restos de cincuenta mil personas.

• Castillo de Špilberk. Construido en el siglo XIII pero con modificaciones góticas y barrocas es otra de las joyas de Brno. Funcionó como prisión durante algún tiempo y tuvo huéspedes tan reconocidos como el poeta italiano Silvio Pellico, el barón Trenck y el bandido Babinský.

• ¿Mercado o galería subterránea? No es necesario elegir, ya que el Mercado de los Vegetales tiene, bajo el mismo, todo un laberinto subterráneo que se puede visitar.

• Refugio atómico 10-Z. Construido en tiempos del nazismo, este espacio secreto estaba destinado a albergar a la élite durante los bombardeos americanos y soviéticos.

 

 

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