Praga en invierno, visitas originales para mayores y pequeños
¿Cuál es la mejor época para viajar a Praga? Esta es una pregunta habitual que no tiene una respuesta única porque depende de los gustos y necesidades de cada persona, y cada estación ofrece un buen abanico de propuestas para disfrutar de la capital checa. Pero si vas a Praga en invierno, y aprovechas el Puente de Diciembre, los días de Navidad o las vacaciones de Carnaval para hacer una escapada, lo que encontrarás allí formará parte de tus mejores recuerdos para siempre. Si quieres saber por qué, sigue leyendo...
Por: Pepa García
Publicado: Noviembre 29, 2021
La primavera, el verano, e, incluso, el otoño son estaciones que solemos priorizar en nuestros viajes a Chequia, pero ¿qué ocurre cuando llega diciembre, enero o febrero? Hay tantos planes para hacer en invierno en Praga que sería una pena que te los perdieras sólo porque nadie te ha hablado de ellos. Es cierto que en invierno hay menos horas de sol pero eso permite admirar la ciudad bajo una luz que extrae de sus construcciones históricas una belleza casi irreal. Puede que llueva más pero el brillo sobre la piedra de la calzada y el trasiego de paraguas te regala unas fotos asombrosas. Además, tienes la excusa perfecta para visitar los mejores cafés y cervecerías de la ciudad. ¿Sigues creyendo que visitar Praga en invierno no es buena idea?
Hemos seleccionado algunas actividades y divertidos planes en Praga para que aproveches bien tus días de vacaciones invernales. No tendrás tiempo de quedarte frío en la calle, eso te lo aseguramos.
10 planes de invierno en Praga
1. Sigue al farolero de Praga
Igual que en los años pasados, en el tiempo prenavideño, hasta el 23 de diciembre, podrás encontrar en el Puente de Carlos, al farolero. Nuestra propuesta es que te acerques a la plaza Křižovnické náměstí, donde se encuentra la iglesia de Francisco de Asís, y sigas al farolero de Praga. Esta nostálgica figura irá encendiendo una a una las bonitas farolas de gas a su paso durante las fechas comentadas. Saldrá de la plaza, pasará por la Ciudad Vieja, cruzará el Puente de Carlos (el momento más esperado) y volverá al punto de salida donde encenderá las últimas farolas. Como anochece pronto, deberás estar allí sobre las 4 de la tarde para no perdértelo.
Una vez que haya terminado, continuando paseando por la Ciudad Vieja porque la iluminación navideña te hará sentir dentro de un cuento de Navidad.
2. Patina sobre hielo
Si te gusta patinar o quieres probar tus habilidades deslizándote sobre hielo este es uno de los planes de invierno en Praga con los que más disfrutarás. No es necesario que lleves nada especial, allí tienes pistas donde te alquilarán el equipo necesario. Entre las que encontrarás al aire libre están la del Parque de Hielo de la Torre, junto a la torre de televisión de Žižkov, y la de Na Frantisku, en Kozí Street, in Prague 1.
Algunos centros comerciales, como Galerie Harfa, también cuentan con pistas de hielo al aire libre. En este caso en la azotea. Si prefieres una pista cubierta, también hallarás opciones en el Ice Arena Letnany y en el Malá sportovní hala, en el pabellón ferial de Holesovice.
3. Tómate un café con glamour
Uno de los placeres que nos regala el invierno es la agradable sensación de entrar en un café que te envuelva con su calidez y su atmósfera romántica. Y en Praga hay muchos, tanto históricos como con toque vanguardista. No te puedes perder el Café Louvre, que cuenta con varios espacios como restaurante, sala de billar, terraza y también un bonito café belle époque. En este café de paredes rosadas, molduras de estucos neorrococó en las paredes y grandes ventanales se te pasarán las horas.
Otro refugio perfecto, pero con aires de art déco, es el Café Cine Lucerna, con sus grandes espejos y decoración elegante, que se sitúa en el pasaje homónimo. Fíjate allí en la escultura de San Wenceslao sobre un caballo colocado al revés, del genial escultor David Černý. Seguimos la ruta de cafés históricos en el Grand Café Orient, la única cafetería cubista del mundo. Está en la primera planta de la Casa de la Madona Negra y su decoración te encantará. No dejes de pedir la rosquilla cubista (de forma cuadrada), la especialidad de la casa.
Si te gustan los lugares elegantes, el Café de la Casa Municipal te encantará por su atmósfera, su mobiliario de art nouveau y la fuente de mármol de Carrara con una ninfa sobre la misma. Terminamos el paseo en el Café Slavia, otro imprescindible en Praga. Fue inaugurado a finales del siglo XIX y lo localizarás frente al Teatro Nacional. Siempre ha tenido mucha vida, al ser frecuentado tanto por artistas como intelectuales. Siéntate junto a algún ventanal porque desde allí podrás ver el Castillo de Praga, el Puente de Carlos, el Moldava... y la atmósfera de la ciudad.
4. Asiste a un espectáculo
La vida cultural en Praga se proyecta en múltiples lugares, museos, galerías de artes y, también, en grandes teatros donde se exhiben grandes espectáculos por un precio inferior al que estamos acostumbrados. Aprovecha tu viaje a Praga en invierno para asistir a alguna ópera, un concierto de música clásica, o una obra teatro. Entre las salas que te recomendamos están el Teatro Nacional, el Teatro de los Estamentos y la Ópera. Se encuentra en edificios históricos por lo que la experiencia es doblemente gratificante.
5. Visita un museo (o más)
Cuando visitas Praga en invierno corres el riesgo de que caiga algún chaparrón pero eso no es ningún problema porque encontrarás tantos museos interesantes que incluso desearás que siga lloviendo. ¿Algunas ideas? Además de las grandes pinacotecas, te recomendamos que profundices en algunas personalidades checas tan interesantes como Franz Kafka, cuyo museo se sitúa en la antigua fábrica de ladrillos Herget. En sus salas descubrirás documentos, primeras ediciones, manuscritos y dibujos no expuestos en ningún otro lugar. Otra propuesta es el Museo de Mucha, que es el único del mundo dedicado a este artista modernista que nos enamoró con sus carteles y paneles decorativos.
6. Aprende de cervezas en una ruta por Praga
La bebida que más se relaciona con la República Checa es la cerveza, y seas o no cervecero disfrutarás conociendo todos sus secretos en un tour guiado en español por Praga. Estas rutas se organizan con un número reducido de personas y se van visitando cervecerías históricas pero también microcervecerías donde conocer de primera mano todo el proceso. Si te animas, incluso es posible realizar algún taller práctico. Y si te animas aún más, la ruta puede continuar fuera de Praga conociendo antiguas cervecerías de monasterios. En este artículo (Manual básico para cerveceros novatos) podrás leer una entrevista a Jakub Neuzil, cofundador de Prague Craft Beer Tours, que nos cuenta interesantes datos sobre la cerveza checa y los tipos de rutas que te pueden ofrecer en la ciudad.
7. Descubre la cocina checa
La cocina checa es perfecta para un viaje a Praga en invierno porque encontrarás apetecibles platos de cuchara que te harán entrar enseguida en calor. También es el momento de pedir carpa, uno de los platos imprescindibles en Navidad, un contundente goulash o cualquier receta con cerdo porque en estos meses se hace la matanza. En el artículo Las 4 estaciones del sabor en Chequia tienes más sugerencias
Algunos lugares recomendables donde degustar la mejor gastronomía tradicional checa son el elegante Café Imperial; y U modré kachničky, que cuenta con dos restaurantes, uno de ellos en un edificio barroco del siglo XVI.
En un ambiente más informal encontrarás cervecerías como Kozolovna U Paukerta, los distintos bares de Lokál, y Vinohradský Parlament.
8. Navega en un crucero por el Moldava
La ciudades con río siempre tienen algo mágico, y en el caso de Praga la magia es doble porque la panorámica que se obtiene desde el Moldava (Vltava, en checo) permite ver parte de sus mayores atractivos turísticos. ¿Sabías que, con sus 430 km, es el río más largo de Chequia? Pasar bajo los puentes praguenses al atardecer mientras la capital checa se ilumina es algo inolvidable. Si te seduce la idea, tienes varias opciones, desde un paseo en barco y un crucero con comida o cena hasta navegar en una romántica góndola. Y si ofrece música en vivo, sería simplemente perfecto. Algunas empresas que puedes consultar para reservar el crucero son Paroplavba y Venecia de Praga.
9. Descubre las esculturas irreverentes de Černý
Divertido y polémico, el escultor David Černý pone la nota original a mucho rincones de Praga. Colócate la bufanda y disponte a recorrer las calles y plazas en busca de las esculturas repartidas por distintos rincones de la ciudad. Algunas instalaciones como la de los bebés que trepan por la Torre de Televisión de Žižkov o la cabeza de Kafka ya la habrás visto pero hay otras ,que te contamos en este artículo, que seguro te sorprenderán: David Cerny, una ruta irreverente en Praga.
10. Viaja con niños a Praga en invierno
Aunque no lo parezca, los niños son grandes aliados si visitas Praga en invierno porque no se quejan del frío, todo les ilusiona y las propuestas para familias son numerosas. Si viajas en diciembre es bonito recorrer el centro para ver los edificios iluminados, los pasadizos con guirnaldas y los árboles navideños de gran tamaño, como el de la Plaza de la Ciudad Vieja.
Durante el día se pueden conocer lugares como el Reino de los Ferrocarriles, donde se encuentran dioramas impresionantes con trenes a escala. Podrías estar horas viéndolos circular, parar en las estaciones o entrar y salir de los túneles. A los más pequeños les encantará, al igual que el Museo de los Transportes Públicos de Praga al que se puede llegar en el tranvía histórico 43. Allí conocerás la historia del transporte público de Praga. Su colección permanente incluye cuarenta vehículos históricos, fotografías, documentos históricos, tickets, dibujos y mapas de ruta.
Junto al Puente de Carlos encontrarás el Museo de Karel Zeman, un espacio dedicado a este afamado director, diseñador y animador de cine. Dirigió películas como ‘El fabuloso mundo de Julio Verne’ y ‘El fabuloso barón Munchausen’. No se trata de un museo convencional sino que el visitante puede interactuar y reproducir los trucos empleados por Zeman. Y para terminar el viaje, una experiencia sorprendente en el Museo de los Sentidos donde nada es lo que parece. Juegos visuales, habitaciones invertidas, camas de clavos, caleidoscopios...
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