Praga es tan hermosa que molesta su perfección
Y Praga. Porque esta ciudad es tan bonita, ¡que da rabia!
Por: Colaborador invitado
Publicado: Abril 23, 2018
Las grandes capitales europeas se pueden clasificar en tres categorías. Tenemos las capitales que son bellas. Las que son obscenamente bellas.
Y Praga. Porque esta ciudad es tan bonita, ¡que da rabia! ¡Que da rabia! A ver Praga, no puedes ser tan perfecta, esto molesta a las demás ciudades. Tanta belleza no se puede ocultar, por eso has de acostumbrarte a pasear entre docenas, cientos, miles de turistas que como tú han decidido visitar Praga, porque esta ciudad recibe cada año más de cuatro millones de turistas.
El epicentro de la ciudad es el increíble puente Carlos. Construido en el siglo 14 , une las dos partes que la capital checa separadas por el río Moldava. Los 516 metros de este puente son recorridos varias veces al día por todos los visitantes, donde pueden disfrutar de una galería de 30 esculturas y del aroma bohemio que desprende la música de la organillera del puente Carlos de Praga.
A un lado del río tenemos en Castillo de Praga, que presume de ser el más grande del mundo y en cuyo interior se encuentra la catedral de San Vito del siglo 14 y el famoso Callejón de Oro. Aparte tenemos un bello mirador para contemplar el otro lado de la ciudad, donde me dirigimos ahora atravesando de nuevo el Puente Carlos. Paseando por calles y rincones de una belleza obscena, llegamos al Barrio Judío, el mas grande y mejor conservados de cuantos quedan en Europa.
Aquí se encuentra uno de los lugares mas emotivos e impactantes de la ciudad: El Cementerio Judío. Mis pasos me llevan a la plaza de la ciudad vieja, donde se puede contemplar la magestuosa silueta de Nuestra Señora de Tyn. Allí podemos asistir a dos espectáculos únicos de la ciudad de Praga. El primer espectáculo es ver a miles de turistas hipertérritos esperando algo que viene del cielo. ¡Será un pájaro, será un avión! ¡Pues No! Es el espectáculo que cada hora ofrece el reloj astronómico del siglo 15 donde los apóstoles desfilan al ritmo de las campanas de la muerte. Si hay algo que no te puedes perder de la torre del ayuntamiento, son las vistas desde lo alto del campanario. Pero Praga no es sólo una ciudad vieja, caminando 10 minutos por el lateral del río, llegamos a la Casa Danzante de Frank Ghery.
Por Ruben y El Mundo
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