Sin importar los intereses, la edad o el tipo de viaje que se prefiera, siempre los viajes a Chequia resultan en hermosas experiencias, que se relatatan con entusiasmo a quienes estén soñando con recorrer algunas de sus ciudades. Joaquín García Martín, Daniel Inger y los hermanos Paulina y Arturo Toledo nos compartieron sus impresiones.
Entre bostezos y emoción por lo que estamos por vivir nos dirigimos a la Hauptbahnhof de Múnich, donde nos espera a las 10:05 horas nuestro tren con destino a joya de Chequia, Praga. Algo desvelados por el ritmo del viaje, pues ya es el día número 9 de 17 en Europa. Una ruta invernal de París hasta Amsterdam, con un grupo de 26 mochileros locos por viajar a los cuales ya llamamos amigos.
¿Una cena diferente en Praga, sobre un lujoso barco, mientras se disfruta la ciudad que se va transformando con la iluminación nocturna? Tienes que navegar por el río Moldava.
La geografía checa pasa de 0 a 100 km/h a velocidad de fórmula 1: suaves praderas y campos de cultivo que se rompen en acantilados, cañones de areniscas caprichosas arropados por bosques frondosos cuyo subsuelo esconde cuevas aún más fascinantes, manantiales de agua hirviendo junto a parques idílicos.